SHERYL CROW
ÍNDICE |
TEMAS SOBRESALIENTES |
1993 - Tuesday Night Music Club 1996 - Sheryl Crow 1998 - The Globe Sessions 2002 - C'mon C'mon |
Maybe Angels (Sheryl Crow) A Change (Sheryl Crow) Everyday Is A Winding Road (Sheryl Crow) My Favourite Mistake (The Globe Sessions) There Goes The Neighborhood (The Globe Sessions) |
Vaya! Esta muchacha se mantiene bastante bien para tener cuarenta años ¿No creen? Pues yo sí que lo creo; no está nada mal, aunque lo más probable es que se haya hecho algunas cuantas cirugías. Basándome, claro, en que las caras en las tres tapas de los últimos tres álbumes ni siquiera parecen hermanas (la última, C'mon C'mon es la más caliente, sin dudas) ¿A quién le importa? Más allá de eso, deben saber que no estoy muy interesado en el pop de hoy en día. El pop de los 90, cuando no es abominable como el de la infame Britney Spears y amigos, es en todo caso extremadamente formulaico, y súper-aburrido como, qué se yo, Shania Twain, Celine Dion, y hasta Oasis me parece recontrarrequetesuper aburrido. Vivimos en una época nefasta en la cual las cantantes y los cantantes pop ya no son artistas verdaderos sino productos industriales cuidadosamente diseñados en base a ciertos prototipos en las usinas "creativas" de las monopólicas empesas discográficas. Nos pueden vender que Avril Lavigne es la antítesis de Britney Spears pero yo no compro: es más o menos lo mismo en distinto envase. Porque la música es la misma cosa formulaica, robótica y vacua de siempre. Atractiva para los oídos la primera vez; buena para una fiesta de 15 quizá o para un remis de vuelta a casa. Pero HASTA AHÍ. Y entonces seguirán saliendo estos engendros industriales: Mandy Moore, Christina Aguilera, Shakira (quien empezó más o menos bien pero terminó vendida y con el pelo teñido de rubio) Todas ellas hermosas chicas, haciendo su música y ganándose todos los grammys. Lamentable.
Dentro de este oscuro contexto se me hace que Sheryl Crow es una excepción. Excepción a medias quizá; oh casualidad es una chica más o menos linda y más de un lector de mi página sentirá un escalofrío de terror pensando que estoy revisando a una cantante que posa en cientos de fotos como modelo sonriente e incitante, que hace música para esa cosa espantosa llamada FM y cuyas canciones escucha cualquier chica adolescente de 15 años ¿Qué sigue? ¿MADONNA? Se preguntarán. Sheryl Crow venía con una onda "dark" y "chica problema" (a raíz de varias muertes y suicidios de amigos) pero en sus últmos videos aparece como veinteañera sexy y provocadora al mejor estilo Britney Spears, con piel bronceada y cuerpo perfecto, cantando en la playa un meloso Soak Up The Sun. Sí, puede ser. Toda estrella de pop se tienta a hacer esas cosas de ser sex symbol y todo eso en algún momento (hasta Jim Morrison!). Pero seré indulgente, pues en el plano musical, Sheyl Crow es una de las pocas artistas pop de los noventa que reclamó mi atención.
En rigor, su música melódica y con estribillos pegadizos no transgrede los límites del común pop de FM; no hay uno solo de sus temas que indujera a la sorpresa de ser escuchada en cualquier radio berreta para adolescentes o emisoras de esa calaña. Por lo tanto es muy común descartar a Sheryl Crow como un producto más del pop industrial noventoso y dudar de una verdadera ambición artística en su música. Pero dentro de este género creo que ha superado con creces a toda la competencia, pues mi lema es que un género nunca es totalmente descartable si alguien es capaz de encararlo con BUEN GUSTO y CREATIVIDAD (¡Salvo el RAP!). Y si hay algo que Sheryl Crow ha demostrado es buen gusto y creatividad, a niveles que no veo en ninguna otra artista femenina de su tipo (Desafío al lector a que me nombre una). Pero tiene unas cuantas ventajas: tiene una voz respetable y sexy, toca ELLA MISMA su guitarra. Compone ELLA MISMA sus canciones y sus letras son bastante retorcidas créanme; nada de "Baby one more time" o frases de ese estilo. Y estas canciones son, lisa y llanamente, excelente pop noventoso, mayormente livianito eso sí, pero no veo motivos para no disfrutar esta música de vez en cuando. Sin embargo lo que hace que me guste es que es una de las pocas artistas de este género que ¡Rockea! De hecho: muchos de sus principales éxitos son canciones de ROCK y no de POP, con riffs sucios, guitarras jazzeras, teclados bluseros y todo. Después de todo el modelo de Sheryl para su música son sus ídolos absolutos los Rolling Stones. Por ende, su música ALGO de rock tiene que tener ¿No? Es básicamente por eso que no encuentro en esta estadounidense ese pop lamentable, barato y formulaico de estos tiempos, sino algo más. No quiere decir que la ubique a la par de los grandes grupos que quiero difundir con esta página, pero es uno de esos placeres culpables que cada tanto me permito disfrutar.
Por ahora solo tengo (bah, tiene mi hermana) dos álbumes. Uno de ellos es para mí una de las obras clave del rock/pop de la pasada década y el otro una respetable secuela. Ambos tienen una consistencia pasmosa en el sentido de que todas son canciones buenas. Pero me estoy anticipando: esto corresponde a las revisiones.
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"Lay back, enjoy the show"
1) Maybe Angels; 2) A Change; 3) Home; 4) Sweet Rosalyn; 5) If It Makes You Happy; 6) Redemption Day; 7) Hard To Make A Stand; 8) Everyday Is A Winding Road; 9) Love Is A Good Thing; 10) Oh Marie; 11) Superstar; 12) The Book; 13) Ordinary Morning; 14) Sad Sad World; 15) Hard To Make A Stand (alternate version).
mejor canción: A change
A Sheryl Crow le costó horrores llegar a ser lo que ella quería. Al principio nadie le llevaba el apunte. Después la contrataron (debido a su sobresaliente trabajo como compositora de sesión) pero su primer set de canciones fue manipulado para obtener un sonido muy comercial y adolescente que no satisfizo a Crow, por lo tanto el proyecto acabó archivado en la oscuridad. Después de mucho tiempo, en 1993, y luego de haber hecho de cantante de apoyo en un tour con Michael Jackson, recién pudo publicar su debut, una especie de Jam session con amigos llamada Tuesday Night Music Club. Sin embargo el verdadero objetivo, el verdadero sueño de Sheryl Crow no terminaría de concretarse hasta publicado este álbum.
Sheryl Crow no es solo el momento definitorio de la carrera de la artista, sino también un mojón importantísimo para la evolución musical de la década de los 90. Como nignún otro álbum de la época, Sheryl Crow aglutina de forma impecable y equilibrada todos los elementos y paradigmas que definen pop/rock posmoderno y el movimiento singer/songwriter de los 90. Estas canciones están delimitando definitivamente el terreno sobre el cual se mueve casi toda la música pop de la década. Canciones que son a la vez éxitos impresionantes de FM y ricas viñetas de rock/pop alternativo y oscuro; canciones que mezclan jazz y riffs bluseros con máquinas de ritmos bailables, estribillos inolvidables, roots rock, country, grunge... En fin, un gran caleidoscopio pop donde cada cosita es digna de escucharse, donde cada melodía resulta altamente memorable. El género en sí no es lo más revolucionario ni aventurado que se puede imaginar, pero dentro de lo que es pop común para pasarla bien y cantar, este es uno de los mejores álbumes que se pueden escuchar.
La
verdad no lastima para nada la cantidad de riffs eléctricos y acústicos, la
cantidad de teclados jazzeros, la cantidad de truquitos electrónicos que hay.
Evidentemente, Sheryl Crow y sus ayudanes Tchad Blake y Mitchell Froom sabían
con exactitud cómo hacer que canciones pop comunes y corrientes suenen frescas,
dinámicas e interesantes para cualquier oído. El amante del pop descubrirá
una colección de inmaculadas melodías vocales; el amante del hard rock
encontrará su buena dosis de riffs demoledores, en menor medida los amantes del
blues y de la música electrónica obtendrán también lo suyo. Cada canción
está llena de truquitos, ganchos con guitarras, sintetizadores y efectos raros:
muy poco de esas cuerdas empalagosas que aburren hasta la muerte. Y para hacer
ésta una oferta aún más intrigante, ayuda el hecho de que casi todas las
composiciones, todo lo melódicas y pegadizas que son, tengan algo de oscuro,
intrigante y urgente en su atmósfera. Ese es el tipo de cosas intangibles que
hacen que un disco quede dando vueltas en la cabeza o no. Sheryl Crow las
tiene.
Creo
que hablé antes de "éxitos impresionantes de FM" ¿No? Pues más allá
de todo su significado a nivel creativo, Sheryl Crow también fue una
efectiva máquina de hits, como cualquier álbum de Britney Spears, solo que
mucho mejor. Tres de ellos fueron realmente GRANDES y prácticamente toda
persona familiarizada con la programación de FM los conoce hoy en dia. Una de
mis absolutas favoritas, y candidata a la mejor canción del álbum, es Everyday
Is A Winding Road, un número inclasificable que arranca con una intro fantástica
de congas y bongos más un riff excelente, funky y blusero al mismo tiempo, con
dos potentes guitarras eléctricas, una en cada parlante. Pero lo que hace
inolvidable a Winding Road es la gran melodía de los versos y el
estribillo catárquico con ese pegadizo "Get a little bit closer"
epitomizando todo lo bueno del pop de la última década. También está aquí
la fantástica A Change (Would Do You Good), mi elección definitiva como
mejor canción del álbum y quizá mi favorita de todo el repertorio de
Sheryl. Es que todo en esta canción suena perfectamente aceitado y a punto para
poner nuestra sangre a mil: desde el magnífico riff acústico de la intro al
que se van agregando ominosos sintetizadores y un ritmo imparable, hasta la
exuberante pista vocal, más infecciosa que el hantavirus y el ebola juntos (La
línea “I thought you were singing your heart out to me / Your lips were
syncing and now I see” con sus PERFECTAS armonías vocales me hacen levitar de
puro placer). Y de paso, uno de los estribillos más excitantes, rockeros y
pegadizos que recuerden mis oídos. Pueden decir lo que quieran de Sheryl Crow,
pero permítanme dudar del PULSO de quien no guste de esta inmejorable canción
pop. Y
aunque Winding Road y A Change son claramente los dos logros mas
conspicuos del álbum, la más conocida sea quizá If It Makes You Happy,
el tercer GRAN hit. Esta ya no me gusta tanto. Más allá de que el poderoso
estribillo con su aire antémico es prueba fehaciente del talento de Sheryl, los
versos no llegan a clavarme las espuelas como Winding Road y A Change:
siento que son un tanto lentos y arrastrados y que la canción es más pobre en
matices, como armonías vocales o recursos instrumentales innovadores. No estoy
diciendo que no me guste, simplemente que por ser un poco más convencional no
me resulta tan atractiva.
De las canciones menos conocidas, o sea el resto, Maybe Angels me
resulta particularmente poderosa, y me sienta extraño que no haya sido otro
gran éxito de radio. Como inicio del álbum funciona de maravillas,
estableciendo el aura oscura y levemente trágica que determina el resto de la
obra: una percusión distorsionada, lenta pero frenética, empieza como
anunciando que algo inclemente y peligroso esta sucediendo, y como para
confirmarlo entra a todo trapo un riff de guitarra distorsionado, mastodóntico
y quasi-zeppeliano que me vuela los sesos de una forma que solo ciertos grupos
consiguen. Es un espectacular inicio que de entrada deja claro que este no será
un álbum más, y se pone aún mejor cuando Sheryl empieza a cantar esa pista
vocal tan sexy y oscura sobre ángeles que vienen a salvarla. El estribillo
fuertemente emocional y melódico redondean esta excelente canción, una de las
más rockeras, oscuras y melódicas de toda la carrera de Crow.
Las diez canciones restantes jamás alcanzan la genialidad y la
emotividad de estas cuatro y por ese motivo no le pongo más que un 8, es
decir... esto no es un Revolver. Sin embargo debo admitir que TODAS son sólidas
y consituyen un set MUY consistente que prueba el talento de una compositora
capaz de desembuchar diez canciones decentes por las cuales cualquier otra
estrella de pop actual mataría a su abuela. Y como dije antes, los arreglos
fenomenales del álbum garantizan que cada una tenga su pequeña cosa para
escuchar. La melancólica Home es la mejor balada del álbum, con un
sensacional estribillo para tener en cuenta y entretenidas guitarras slide por
doquier. Sweet Rosalyn es un buen rocker moderado que tiene bastante de
Stone, sobre todo en el coro. Una de mis preferidas de este set es Redemption
Day: al principio no hay mucho que llame la atención pero una escucha
atenta devela hasta que punto ciertas cosas pueden mezclarse creativamente y
lograr un gran efecto: en este caso tenemos una guitarra acústica country
tocando una melodía repetitiva, un punteo oscurísimo de la guitarra eléctrica,
una estupenda pista vocal, ansiosa, incisiva y levemente amenazante y un órgano
psicodélico (¡!¡!¿?¡!¡) de trasfondo. Hasta qué punto esta combinación
bizarra puede funcionar, pues escuchen ustedes mismos. Para mí es una
demostración cabal de lo que puede lograr la creatividad de una persona
funcionando al máximo. It’s Hard To Make A Stand no me resulta muy
impactante, a pesar del clásico riff stone, la gran melodía de los versos y el
estribillo sensiblemente dylanesco. En Love Is A Good Thing Sheryl vuelve
a rockear con uno de los arreglos más humeantes del disco, que incluyen
guitarras wah-wah, órganos quemantes y teclados de jazz. Ah! y una de sus
letras más agresivas y políticamente comprometidas, con referencias sarcásticas
a Wal-Mart incluídas. Cuando Sheryl Crow rockea, yo feliz... por lo tanto puedo
contar a Love Is A Good Thing entre mis favoritas. Después nos quedan Oh
Marie, un número country sumamente agradable, Superstar, un rocker
un poco más convencional (aunque la introducción es todo menos convencional),
la atmosférica The Book, una de las baladas más paranoicas, oscuras e
inquietantes del pop/rock de los últimos años, la muy blusera Ordinary
Morning y la hermosa balada country Sad Sad World para cerrar el álbum
como empezó, con una nota de tristeza, melancolía y lágrimas en los ojos.
Para quienes les interese, hay un bonus track con una versión acústica de It’s
Hard To Make A Stand que en efecto es mejor que la original.
En fin, lo que tenemos aquí es un set casi perfecto de canciones pop,
de esas que no imagino que puedan llegar a disgustar a nadie. A veces rockean y
te suben el ánimo (A Change), otras veces te ponen triste e invitan a la
reflexión (Sad Sad World) pero todas, todas, TODAS constituyen ejemplos
definitivos de cómo se debe hacer buen pop en estos días de monopolio y
marketing voraz. Puede ser que a primera impresión la cosa suene rutinaria o
convencional, pero una oída más en profundidad basta para apreciar que detrás
de estas canciones sencillas, Sheryl Crow tiene un sinfín de ideas innovadoras,
toneladas de buen gusto y un mensaje claro para dar. Si te gustan los Stones y
los Beatles (O sea, si sos normal) esta es la herencia de esa música que los 90
tienen para ofrecernos. Yo no voy a desaprovecharlo.
"It's 6 a.m. and I'm alone"
1) My Favourite Mistake; 2) There Goes The Neighborhood; 3) Riverwide; 4) If Don't Hurt; 5) Maybe That's Something; 6) Am I Getting Through (Parts 1 & 2); 7) Anything But Down; 8) The Difficult Kind; 9) Mississippi; 10) Members Only; 11) Crash And Burn; 12) Resuscitation.
mejor canción: There goes the neighborhood
(Dos discos. Dos tapas. Dos fotos en primer plano y en blanco y negro de la cantante... Wow! ¡A eso yo le llamo versatilidad!)
La crítica especializada lo destrozó incomprensiblemente y al mismo
tiempo, algunos oyentes entusiastas lo consideran un paso adelante sobre su
antecesor. Yo no estaría tan seguro de ninguna de estas dos posturas.
Evidentemente, luego de escuchar The Globe Sessions unas
cuantas veces, no termino de entender por qué debo pensar que Sheryl “está
cansada de su propio material”, como pregona una de las revisiones en
amazon.com. Lo único que escucho es una casi impecable colección de canciones
melódicas, arregladas con estilo y muy buen gusto y cargadas de letras extrañas
y un tanto grandilocuentes... en fin, nada demasiado apartado de lo habíamos oído
en el álbum anterior. La música de Sheryl Crow es así, no tenemos porque
pedirle otra cosa.
Y no tenemos porque pedirle otra cosa, porque
lo que nos da es lo suficientemente bueno como para que se reconozcan de una vez
todos los talentos compositivos de esta muchacha. The Globe Sessions,
antes que nada, reafirma mi creencia de que Sheryl Crow es de lo mejor que el
rock de esta década nos puede dar y que virtualmente hace papilla a
competidoras femeninas de similares intenciones como Alanis Morisette, Jewel,
Meredith Brooks o Natalie Imbruglia. No hay con qué darle: podemos decir que
sus letras apestan, que su mensaje es puro sin-sentido, que sus pretensiones
sobrepasan sus ofertas musicales, que toma sus ideas de los Stones y de Dylan y
bla, bla, bla y más bla. Pero no se puede negar que la tipa es una máquina de
hacer melodías y con ellas armar canciones pop ideales, que además de melodía
entregan cosas como atmósfera, energía rockera, intensidad emocional e
innovación y que por lo tanto dejan en vergüenza cualquier intento parecido de
las mencionadas “estrellas”. Aquí hay doce canciones y más allá de todo
altibajo las doce entregan melodías memorables, grooves infecciosos, atmósferas
palpables y arreglos de primera. Es todo lo que necesito de alguien como ella.
Si tuviera que elegir entre este y el álbum
anterior me temo que Globe Sessions queda desfavorecido. El tono
ligeramente trágico y melancólico es el mismo, pero da la sensación de que la
fascinante oscuridad de Sheryl Crow no alcanza las mismas alturas aquí.
Sin embargo lo que más extraño es el rock. En su álbum homónimo había al
menos cinco canciones bien rockeras (Maybe Angels, A Change, Everyday
Is A Winding Road, Love Is A Good Thing, Superstar) Aquí
Sheryl Crow solo se suelta y suda en un par de temas, dedicándose
principalmente a baladas orquestadas (mucho arreglo de cuerda aquí) de antémicos
estribillos. No me quejo mucho porque las melodías y los climas tienen toda la
onda y porque en realidad no puedo reprochar que elija cambiar un poco, pero
hubieran venido bien un par de rockers más. En cuanto a consistencia considero
que Globe Sessions esta un paso (un pasito) detrás. Analizando la lista
de temas encuentro menos highlights y más relleno. Pero tomado globalmente el
álbum me impacta de la misma forma favorable. Sí, Globe Sessions es un
digno e irreprochable sucesor.
En casi todos los álbumes de Crow que conozco
los highlights aparecen ni bien empieza el álbum. The Globe Sessions no
es una excepción, y ya de entrada nos tira las que casi inexorablemente, son
las mejores canciones del álbum. My Favourite Mistake es el tema de
apertura y el single más conocido. Se trata de un slow rock virtualmente
perfecto que arranca con un riff irresistible y una melodía vocal triste pero
que invita a cantar y que hasta resulta emocional en sus imágenes contadas. Su
estructura atípica me resulta un golpe particularmente atractivo, sobre todo
cuando utiliza la segunda mitad de la canción para cantar versos completamente
distintos a los del comienzo, dándole al tema una efectiva
multidimensionalidad. Pero aún más estimulante resulta la siguiente, la
fenomenal There Goes The Neighborhood, seguramente la única canción
genuinamente alegre de todo el disco, con una letra repelta de imágenes domésticas
y disparatadas. Este es un verdadero rocker, Stone hasta la médula, desde los
riffs de guitarra clásicos e infecciosos hasta el truco de no incluir el bajo
(un bajo muy potente por cierto) antes de la segunda estrofa, tan típico de los
Rolling. Todo rematado por un solo de saxo. Y lo mejor es que a pesar de estos
obvios guiños, la canción jamás suena como una parodia o una imitación: de
hecho, se me ocurre que esta canción hubiera sido un highlight en cualquiera de
los álbumes de los Stones post Some Girls.
Luego de estas dos grandes gemas pop el resto
del álbum se desinfla un poco. Vemos que quedan unas cuantas sólidas
composiciones pop, pero no esperemos que ninguna llegue a las mismas alturas. Es
difícil elegir entre el resto, ya que el material es muy, pero muy parejo...
pero si me pidieran que escoja una canción que no me gusta mucho, esa sería la
balada Am I Getting Through (Parts 1 & 2). No tengo problema con los
arreglos, que son excelentes en todo el álbum, pero la melodía de los versos
no merece más que un OK y el estribillo directamente no me gusta; demasiada
bombástica forzada para mi gusto. La parte 2 mencionada en el título es una
canción totalmente distinta, donde Sheryl se suelta un poco en un breve rock
veloz distorisionado que le da un giro inesperado a la canción. Tampoco soy un
gran fanático Anything But Down, quizá porque es la canción más
convencional de todo el álbum. Simplemente me cansa un poco y el clímax del
final me parece una forma un tanto predecible de cerrar la canción, pero no
puedo negar la calidad de sus melodías. Y tampoco me convence Mississippi,
un tema de Dylan que Crow grabó y publicó antes que su propio autor. No está
mal, pero el estúpido riff de cuerdas que sirve de intro me resulta uno de los
pocos arreglos desafortunados del álbum y cantada por Crow no pasa de ser una
canción promedio con ganchos promedio, con el sello de Dylan diferenciándola
del resto, pero no mucho más.
Por otra parte considero que Riverwide es
una buena balada frecuentemente subestimada por la mayoría de los oyentes.
Personalmente hallo la melodía muy agradable y le doy la bienvenida a sus
matices celtas. También me gustan la correcta If Don’t Hurt,
particularmente atractiva por sus arreglos vocales, The Difficult Kind,
que más allá de ser una power-ballad orquestada un tanto convencional, está
cantada con suficiente convicción como para pasar la prueba (y se sobreentiende
que la melodía es excelente) y Members Only con la chocante y pegadiza
frase “And all the politician shake their asses”, un buen riff eléctrico y
otra melodía relativamente recordable. Pero el gran highlight entre estas pequeñas
perlas es para mí Maybe That Something, el otro tema del álbum además
de There Goes The Neighborhood que más o menos rockea a lo grande.
Empieza como una balada acústica y atmósferica que por momentos nos hace
pensar en otro Home, pero enseguida se nos revela el engaño, cuando
entra un riff bien crudo estableciendo un estupendo groove que se mantiene a lo
largo de toda la aún-más-estupenda melodía. El solo eléctrico del medio con
el trasfondo riffero es uno de los mejores momentos del disco.
El tema de cierre Crash And Burn es una
de las que más se me pasaban desapercibidas, básicamente porque es la única
que no se centra en la melodía (que es bastante errática) sino en la atmósfera.
Y juzgándola desde ese ángulo he llegado a descubrir que se trata de un número
valioso. Esas guitarras eléctricas ominosas lo hacen todo: producen esa
maravillosa sensación de intranquilidad y expectativa, mientras Sheryl murmura
peligrosamente quién sabe qué divagues con un tono muy oscuro. Sin embargo lo
más llamativo de la canción es que incluye un pedazo “oculto” al final.
Luego de que la canción supuestamente terminó a los 6:36 segundos (tal como
indica el librito del CD) y de casi un minuto entero de silencio absoluto, entra
un sorprendente número de de funk-rock sin título donde Crow canta
dup-dup-dup-dup... Interesante, aunque diría que el truco no es nuevo (Alanis
Morisette incluyó un “tema secreto” de la misma forma en su Jagged
Little Pill). El CD que tengo incluye un bonus track, llamado Resucitation
que se me ocurre es un lado B de alguno de los singles. No está mal; más
que una canción terminada es un ejercicio funk bowieano relativamente pegadizo
y bien arreglado.
Y así termina otro álbum sumamente consistente donde solo un par de tracks llegan al status de clásicos, pero que a la vez puede jactarse de no entregar UN SOLO tema malo u olvidable. Nos recuerda cuán prolífica es Sheryl como compositora y cuánto respeto merece más allá de sus fotos bonitas y sus letras inextrincables.