CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL

COMENTARIOS DE LECTORES


OCTAVI BLAZQUEZ (octas@airtel.net) 30 de enero 2003

Buenas, soy uno de los tantos que le gustan los creedence, pero lo he llevado al limite, toco en una banda que solo hacemos Creedence, nos llamamos PENDULUM. En los conciertos la gente se sorprende, no se lo esperan, dicen que es esto que tocais.
Bueno nada eso, ya te pasaré en mp3 cuando tenga algo.
Un Saludo y genoal por la pagina web.

ALFREDO JORGE ACUÑA (elalfre2001@fullzero.com.ar) 27 de marzo 2003

Hola Como te va me llamo alfredo, y quería responderte acerca de tu calificacion de los temas de CCR.

Bueno en primer lugar te comento que sigo a la banda desde ya hace 13 años y a fogerty hace 18, no como vos que el primero que te compraste fue anniversary, disculpa si te paresco duro, pero me calienta los comentarios que heces delos discos ya que una idea general de la banda que dejas es que solamente tiene un par de temas buenos y el resto seria musica comercial. Me gustaria escuchar los temas propios tuyos aver que tan bien compones.

Luego te comento que "DON'T LOOK NOW" no es rockabilly, es un country rock, rockabilly es algo muy mas acelerado y bien marcado ......hermano tengo mas de 400 CD's y discos de country, country rock, rockabilly, rock & roll, blues Rock y me parce que no me equivocaria en algo tan sencillo de catalogar.

Bueno Flaco disculpa Que diga esto asi pero me dejaste recaliente con tus comentarios, pero bueno espero que lo tomes bien, aah me olvidaba el hecho que no megusten tus comentarios, no tienen nada que ver con los que le voy a hacer a tu banda Del 1 al 10 ..........7½.chau un abrazo.

JOSE ALFREDO MENDOZA (jama0568@hotmail.com) 26 de marzo 2004

 

La música del CCR es fantástica, jamás había oído algo así.

USUARIO ANÓNIMO (na-nur-pamplona@guardiacivil.org) 5 de abril 2004

Hola colegas, hablo desde España y me gustaria daros mi impresion sobre los CCR. Hace unos años tocaba en un grupo en el que solo haciamos musica Creedence, genial!!!, es alucinante la energia que  desprende su musica y la simpleza de sus composiciones. Seguire tocando solo y disfrutando de esos maravillosos acordes, ciao!

VÍCTOR MACHALANI (victormacha@hotmail.com) 5 de octubre 2004

Seguramente al día de hoy y con valores de la música tan cambiantes los parámetros puedan ser otros.

Pero quien se abstraen de modas, de tendencias y de cuestiones comerciales, y logra ofrecer sus oídos a la combinación de los sonidos, no puede dejar de admitir que la discografía de Creedence es una de las más ricas desde las variaciones musicales como así también en la poesía contestataria a la situación mundial y, puntualmente, a la de los EEUU de esos años......

La maduración musical como así también la voluntad y las ganas que han puesto y, obviamente, las cuestiones económicas, quedan de manifiesto en sus discos.

Creedence fue el primer disco donde, con la fuerza de dos temas increíbles (Suzie Q y Te hechizo), se muestran como una gran banda.

Nacido en el bayou les sirve como garantía de lo que habían hecho anteriormente, y Rio verde los pone primeros en la carrera mundial.

Ya en la cima, y ante las presiones no solo de los fans, sino de los que escuchaban música y de las discográficas, logran mostrar capacidad de resistencia a las presiones gracias al talento y ahí nace Willy y los niño pobres.

Fantasy reconoce a la gallina de los huevos de oro, y la gente les pide más; su respuesta fue Cosmo's factory.

Pero llegaron las desaveniencias, y Pendulum no estuvo al margen del clima interno, y se nota en sus letras, en las individualidades instrumentales. Se sintieron en una dependencia de las formas que no quisieron continuar sosteniendo. Y ante el eclipse interno Tom decide irse.

Y la banda no quiso seguir tocando. Y Mardi Gras salió porque las discográficas quisieron; pero en cada uno de sus temas se conoce por dónde pasó Fogerty y por dónde no pasó.

Pasaron los años......y vino Revisited.......Y los fanáticos como yo estábamos enloquecidos.......esperé más de 30 años esta posibilidad.....y saqué mi entrada (la n°19 de la primera función que dieron en Obras).

Pero también escuché (y tengo) Blue Moon Swamp, y Premonition, y Eye of zombies.....y Creedence es Fogerty........

Yo le doy gracias a todos-------

JOSE GONZALEZ (josemigonzalez@mixmail.comr) 2 de noviembre 2004

 

Quisiera comentar la manera de cómo los CCR influyeron en mi vida a través de su música. Mi intención no es hacer un análisis crítico ni técnico, si no expresar que ellos han formado una parte importante en mi vida, constituyendo un refugio ante todos los sentimientos y vivencias que me inundaron en mi pubertad.
No recuerdo la primera vez que los escuché; mi padre tenía una cinta de cassette que ponía continuamente en el coche, y así fui mamando su música desde la más tierna infancia. Quizá esa fue la causa de mi fanática devoción por la Creedence...
Mi padre tenía 3 discos en vinilo, Green River, Pendulum y el Mardigras, que escuché una y mil veces; el que más puse en el giradiscos fue el Pendulum, que además era el que tenía la cubierta más desarrollada: al desplegar la portada aparecía una foto en blanco y negro de John Fogerty, de espaldas, en una tarima, ante cientos de espectadores, en el concierto de Oakland, 1970, con su guitarra colgada al hombro, y enchufada al amplificador. Este álbum contiene grandes temas de la banda: la apertura Pagan Baby es demoledora, Have you ever seen the rain me pone los pelos de punta cada vez que la oigo, Born to move es una joya escondida, como bien dice Federico, Hey Tonight es pegadiza a más no poder, Molina es maravillosa... incluso el Rude Awakening comienza con una deliciosa melodía que uno quisiera que se prolongara hasta el final de la canción, en lugar de las cacofonías que se oyen después.

Mardigrass es una pesadilla de álbum; aunque soy un fan absoluto de la banda esta pasión no me impide catalogarlo como un trabajo de cuarta o quinta fila; aquí son irreconocibles los CCR, aunque queda el consuelo de saber que por aquel entonces ya no eran una banda, si no tres tipos que casi no se hablaban, obligados a sacar un disco, y en estas condiciones es difícil parir algo interesante... Los únicos temas que se salvan son los de John, de hecho Sweet hitch Hiker es un rock frenético, un gran tema a la altura de los mejores de la banda; también Someday Never Comes merece formar parte de cualquier recopilatorio que se precie, tiene un aire de amarga desazón que me penetra en los poros de la piel.

Green river es otro gran álbum, corto pero directo, canciones limpias e impecables, versos impactantes como "Quema la bondad, quedamos tú y yo" de Sinister purpose... Más tarde, ávido por encontrar material "fresco", mi padre recordó que mi tío seguramente tendría algún disco más, y una tarde en su casa me dejó dos auténticas joyas: Bayou country y el Cosmo´s factory. Recuerdo que nos puso el Proud Mary a alto volumen... Madre mía, qué escalofrío me recorrió el cuerpo, fue como si la canción penetrase directamente en el centro de emociones de mi cerebro, y desde aquella tarde, cada vez que la escucho siento los mismos escalofríos...
También me impactó la versión del Good Golly Miss Molly, con ese ritmo bestial, la desgarrada voz de John, la increíble batería de Doug,... ¡really good! Y por supuesto el tema inicial, Born on the Bayou, Federico lo ha dicho todo en su comentario del álbum, el nudo gordiano de todo lo que vendría después... EL Cosmo´s factory es otro discazo. Incluye tantos singles y tan buenos que es difícil escoger las mejores canciones, realmente John alcanza aquí la cima de su creatividad, con joyas como Up around the bend, travellin´ band (señores, esto es ROCK AND ROLL), Ramble tamble (qué riff de inicio, Dios mío), Who´ll stop the rain (celestial), y I heard it through the grapevine (la mejor versión de una canción que jamás se haya hecho, los Creedence la hacen suya y hacen que la original palidezca vergonzosamente).

El siguiente álbum que tuve en mi poder fue el Willy and the poorboys, otro de los grandes. Me llamó mucho la atención la portada y la contraportada, fotos de la banda en un barrio pobre con los chiquillos de la calle. Cada miembro tiene un instrumento construido con cualquier material encontrado por ahí: John una armónica, su hermano Tom una guitarra acústica a la que seguramente le faltarán cuerdas, Stu Cook un balde al que va unido una cuerda y que intenta sonar como un bajo, y Doug Clifford rasguea una tabla de lavar... Parece que intentan decirnos que la música es de los pobres, que ellos tienen el ritmo, que con cualquier cosa se puede hacer música si se toca con sentimiento... Sin duda, fueron un grupo comprometido socialmente, y muchas de las letras de este álbum así lo demuestran. En cuanto a la calidad de los temas, basta con escuchar  Down on the corner, Feelin´ blue, Cotton Fields, It came out of the sky, Fo rtunate son, The midnight special o Effigy para darnos cuenta de que fueron una de las más grandes bandas del rock.

El último disco que adquirí fue el primero que sacaron bajo el nombre de CCR. La atmósfera ácida y oscura de Suzie Q, los desgarrados lamentos eléctricos de I put a spell on you y el vibrante ritmo de Walk on the water hacen de este álbum un digno debut.

Los CCR fueron la banda sonora de una parte importante de mi vida. Gracias Tom,
gracias Stu, gracias Doug. GRACIAS JOHN.

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Bayou Country

GREGORIO CALDENTEY MOYA (seltaeb23@mixmail.com) 10 de junio 2003

 

Segundo disco de la banda de California y con notables mejoras sobre el anterior. Casi no hay covers y los originales son menos genéricos. Sin abandonar totalmente el espíritu de largas zapadas del primer disco, en este álbum queda definitivamente claro de que Creedence es una banda con potencial para crear grandes hits. Después de todo, uno de las 2 canciones más conocidas del grupo se encuentra aquí. Y de por sí este álbum fue el primero de la banda que llegó al platino y el que los estableció a nivel internacional. Jhon Fogerty comenzaba a demostrar que a estas alturas ya era un brillante compositor y que tenía mucho para ofrecer, además de su potente voz y habilidad con la guitarra.

 En Bayou Country se terminan de asentar las bases del estilo Creedence, que consiste en explorar los sonidos del sur de los Estados Unidos, particularmente la zona de Louisiana y Mississippi y mezclarlos con los géneros que dieron origen al Rock and Roll. Esta región está presente no sólo en la música sino también en las letras, plenas de referencias a esos lugares y es así que Jhon nos cuenta de pantanos, demonios del delta, barcos de ruedas que atraviesan el río,hodoos, vodoos, las superticiones de los esclavos,etc.

El ejemplo más claro lo tenemos ya en el primer tema: Born on the Bayou ( Nacido en el Pantano) . La canción abre con un sonido de guitarra que la única forma de definirlo es "pantanoso" y enseguida aparece el riff principal de la canción , un riff enigmático y crudo que la primera vez que los escuchas te eriza los pelos de la espalda. Ahí entra Jhon con la voz raspada a más no poder, hablándonos de su infancia (imaginaria) en el río, de los consejos de su padre , de como su perro se entretenía persiguiendo demonios y las fiestas del 4 de Julio. La letra es terriblemente evocativa pero lo interesante es la música, que es el acompañamiento perfecto de lo que nos cuentan. Me encanta el trabajo de Stu Cook en el bajo. Es un tema largo de más de 5 minutos pero no te aburre ni aunque no entiendas inglés, ya de que por sí la parte cantada es poca, los intermedios instrumentales son extensos y&nbs p;estos por sí sólos parecen retratar esa vida en el pantano.

Bootleg sigue a continuación, propulsado por una base de guitarra acústica, batería y un riff de eléctrica sencillo pero terriblemente efectivo (el secreto de Creedence). Es un tema rapidito y bastante comercial y en algunos países fue editado como single con buenos resultados. La música nos invita a bailar esta vez en vez de servir como acompañamiento descriptivo. Me encanta el fraseo de Jhon en este tema.

El tercer tema (y último del Lado A para los que piensan en vinilo) es Graveyard Train. Un tema laaargo que habla de cosas mas bien siniestras (estamos en el pantano, después de todo, ya nos divertimos con Bootleg, ahora agarrensé). La cosa es sobre un tren que recoge a las almas de los recién difuntos que en este caso parece ser que provienen de un choque en la autopista. Con una voz de ultratumba Jhon nos informa de este tren que no va a dejar desamparada al alma de nadie que muera en viaje. Simplemente, le va a cambiar el lugar de destino. Musicalmente el tema es repetitivo con el bajo y la rítmica haciendo la misma figura pero se pone interesante en la mitad con el solo de dos armónicas (sobre todo cuando éstas se unen y producen un sonido ondulante muy interesante). 8 minutos en total pero debo decir que no parece tan largo cuando prestás atención a la letra.

Si te quedaste inquieto con el cuentito la cosa se anima nuevamente con Good Golly Miss Molly, un cover de Little Richard que es el precedente directo de Travelling Band ( que según Little Richard también le afanaron a él.) El tema inyecta energía en el momento justo (inmediatamente después de Graveyard Train o abriendo a toda máquina el lado B, depende que tan viejo sea tu equipo) y es imposible no disfrutar con los alaridos de Jhon, los hachazos de batería de Cosmo y los solos de guitarra que destilan espíritu del rock and roll más clásico. Los chicos de Creedence no escucharon todos esos discos de los 50 al pedo, aprendieron excelentemente la lección e incluso, mejoraron a los maestros. Tal es así que si alguien quiere escuchar verdadero rock and roll, la raíz de todo lo demás, ponéle este tema o Travelling Band antes de pensar siquiera en Elvis o Bill Halley.

Esta segunda parte del disco es más movida que la anterior y Penthouse Paper, el tema que sigue, lo confirma. Blues bailable con otro trabajo rítmico espectacular cortesía de Stu Cook. Jhon esta vez nos dice que no importa a lo que se dedique, siempre lo hará muy bien. Y para ejemplificarlo, después de cada verso introduce rellenos de guitarra espectaculares. Es un tema en la onda de The Working Man del disco anterior pero esta vez podés bailarlo. Una joyita escondida en el álbum.

El penúltimo tema es conocido por todos y no necesita mucha presentación. A menos que nunca hayas escuchado radio, con los 3 o 4 primeros segundos de la apertura ya lo reconocés. Volvemos nuevamente al delta del Mississippi y nos relatan de la vida allí, de la amabilidad de la gente que vive en el río, y de los barcos a vapor con ruedas que cruzan la zona ( de hecho, Proud Mary es el nombre de uno de ellos). La letra de esta canción la podrían haber escrito Tom Sawyer o Huck Finn y es la banda de sonido de los libros de Mark Twain. Este tema fue el que catapultó a CCR a la fama y los insertó en la escena mundial. Brian Jones (ya exiliado de los Stones) quedó tan copado cuando lo escuchó que inmediatamente quiso armar una banda que sonara así ( y dicen que el single no dejaba de sonar en su casa.) Un clásico del siglo XX, nada más.

El disco termina con otro tema largo, Keep On Chooglin’.  Un riff bastante pegadizo (del tipo del de Bootleg) nos da la bienvenida a que nos sumemos a la fiesta que cierra nuestro viaje por el bayou. Mientras el bajo, la rítmica y la batería se suman, Jhon nos invita a esta especie de baile y nos comenta quienes son los otros invitados. Después vienen los solos, primero de guitarra, después de armónica y nuevamente guitarra. A esta altura todo el pantano está danzando y vuelve a entrar la voz de Jhon, para seguir arengando a los concurrentes. Finalmente cuando regresa la guitarra los sonidos son más crudos y hay que destacar que los tonos que utiliza Jhon  al final de esta canción son más bien pesaditos, sobre todo cuando acompaña el ritmo, donde suena proto-heavy metal. Todo acompañado de unos buenos alaridos y algunos líneas de Stu Cook en el bajo que le dan movilidad a la base rítmica para que no suene tan monótona. El tema es perfecto para cerrar el disco y generalmente lo utilizaban para cerrar los conciertos también (donde a veces le metían partes de Pagan Baby). Y me parece a mi o en el solo de armónica Jhon hace algunos guiños a Love Me Do?

En fin, cuando Keep On Chooglin termina con acordes estridentes bien Creedence, nuestra travesía por el pantano ha finalizado. De todos los discos de la banda este es el que más claramente evoca esos parajes. Fogerty encontrará otros temas sobre los que hablarnos en futuros álbumes, aunque volverá de vez en cuando a lo que nos contó aquí. Pero si querés el viaje completo, comprá el ticket en la estación Bayou Country. Un 8 +.                             

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Green River

TOTE (johncandy25@hotmail.com) 14 de junio 2004

 

A mi sin embargo Green River me parece el mejor album de la Creedence. Me parece una lección para poner a los grupos que empiezan a tocar sobre lo que se puede hacer con guitarras e ideas. Comparto la opinión de que es de excesivamente corta duración pero como conjunto de canciones que componen un LP me parece su trabajo mas compacto, todas son -creo- reconocibles y ubicables en una misma producción, algo que yo no veo en otros discos suyos. Yo no veo que tengan una linea común, Born on the Bayou, Proud Mary y Good Golly Miss Molly, me parecen buenas canciones soltadas en un album, o Pagan baby, Sailors lament, Hideaway o Molina, tampoco son tan acoplables al disco al que pertenecen como todas las de Green River resultan ser al suyo, y la linea comun en todas es lo que he dicho, el excelente trabajo de guitarras que ese disco tiene en mi modesto parecer.
Por último, somos varios amigos seguidores de la Creedence y las opiniones varian en gustos. Los discos mas valorados son Bayou Country y Willie and the Poorboys. Yo soy el único que defiendo por encima de todos el -para mi- extraordinario GREEN RIVER.

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Willy And The Poor Boys

J.G. DIAZ (jgdiaz@imp.mx) 30 de junio 2004

 

Mira para mi las mejores canciones son: Side o' the road; effigy sin embargo el disco es muy bueno y hay gente que se deja llevar por el exito del momento, hay que explorar el disco completo y solo asi defines cual es la mejor.

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Cosmo's Factory

JOSÉ FÉLIX (casmolnet@mi.madritel.es) 26 de junio 2004

 

Seguramente el album más rico y completo de los Creedence.Ami me entusiasmó hace años cuando me lo regalaron en un cumplaños.Se ve perfectamente la maestría de Jhonn Fogerty en composición,guitarra y en especial voz.

JOSE GONZALEZ (josemigonzalez@mixmail.comr) 9 de noviembre 2004

 

El quinto disco de la Creedence les encumbraría definitivamente como una de las grandísimas bandas de rock de todos los tiempos (en mi ranking particular, está en dura pugna con los Doors como mejor banda de rock americana). En julio de 1970 ve la luz este álbum histórico, cuyo nombre, en honor de Doug “Cosmo” Clifford, batería, es Cosmo´s Factory, debido a que el lugar en que ensayaban (antes de hacerlo en estudio) era el propio patio de su casa, allá se juntaban todos sus amigos para verlos, y como fumaban demasiado, bautizaron ese lugar como Factory (fábrica). Con la venta de este disco alcanzan los 3 millones de copias, igualando a los Beatles y superando a los Rolling Stones…

El álbum es un derroche de energía, un torrente de creatividad, una cascada cristalina de sonido impoluto y magistral, con una grandísima producción (Dios mío, ese sonido de batería...). Revitalizadores del rock americano más crudo eléctrico y vigoroso, por obra y gracia del genio Mr. Fogerty, y secundado por una banda cohesionada al 200 %, los CCR atacan al oyente por los cuatro costados, llenando el  disco de canciones atemporales e inmortales.

Mención especial merecen dos hombres: el batería Doug Clifford, enorme en sus perfomances, particularmente en la apertura Ramble Tamble y en la segunda mitad del disco; y cómo no, John Fogerty, artífice y alma de la banda, “responsable del mejor disco de rock puro desde Elvis”… Su voz, áspera y cruda, se ajusta como un guante a cada una de las canciones, y es una de las señas de identidad del disco; con la guitarra eléctrica es un genio (óiganse los riffs y punteos que se marca en este álbum), y aquí nos sorprende con su versatilidad (tocó él solito saxo, piano y teclados).

Como una evolución respecto a sus anteriores trabajos, en este álbum John inicia una cierta experimentación con nuevos instrumentos (piano, teclados, vientos), que introduce moderadamente en sus composiciones, y el resultado es ciertamente halagador: canciones con evidente gancho, en ningún caso sobrecargadas, pero sin perder un ápice de su intensidad: rock y blues con sazonados granos de country, la marca CCR. En el siguiente álbum, Pendulum, continuará esta línea de experimentación en la búsqueda de nuevos sonidos, sumergiéndose en la música negra …

Pero ya está bien de palabrería, y pasemos directamente a las canciones: from Berkeley, California… ¡Creedence Clearwater Revival!

RAMBLE TAMBLE: un tema que ninguna otra banda podría haber parido; abre las hostilidades este pedazo de canción. Si me preguntan, una auténtica joya sónica. Soy un fan absoluto de este tema. El riff de apertura es… cómo decirlo suavemente… ACOJONANTEMENTE ABRUMADOR. La máquina se pone en marcha, dispuesta a llevarse todo por delante. Enseguida entra la batería y enganchan un ritmo imponente: “moooooove, down on the roaaaaaad I go” se desgañita John, como si en ello le fuera la vida… Y continúa el ritmo trepidante, sostenido, enérgico, IMPONENTE, man… Al poco llegan las sorpresas: el ritmo se desacelera hasta que un platillo nos sumerge en otro mundo, etéreo, hipnótico, acuático, sublime… Los lamentos y rasgueos de John inundan la sala, los platillos de Cosmo retumban en nuestros oídos, una letanía eléctrica envuelve el mundo entero, la potencia hech a sonido… siguen las sorpresas, otra guitarra entra con una misteriosa melodía que se repite hasta el infinito… sin darnos cuenta ha entrado un piano con un golpeo épico… Y otra melodía imponente retumba sin tregua…Dios mío, uno se siente sobrecogido, diminuto, infinitamente microscópico ante la grandeza y ampulosidad del tema… una fiebre hipnótica nos ha hecho presa a medida que el ritmo se acelera gradualmente… de pronto un enérgico redoble de platillos nos devuelve a la melodía inicial, despertándonos de nuestro ensimismamiento… pasajes magistrales de guitarra a cargo de John, otra desaceleración y entra el ritmo de inicio… la voz áspera de John canta la última estrofa y el estribillo… la última desaceleración y el final con ese rasgueo de Mr. Fogerty, memorable… Esto es sobrecogedor, señores, dénme cinco minutos para reponerme…

BEFORE YOU ACCUSE ME: tras recuperarnos de la majestuosidad anterior llega esta estupenda revisión del clásico de Bo Didley. John se luce a la guitarra (como casi siempre que este genio agarra una guitarra) y la banda le acompaña diligentemente. Me encanta el piano de la sección rítmica, con ese tintineo juguetón y saltarín que le da un aire irresistible a la canción. Un cover con sabor bluesero puro y tradicional, pero genuinamente Creedence.

TRAVELIN´ BAND: prepáranse para una descarga de adrenalina, señores, porque esto es ROCK AND ROLL, así, con mayúsculas. 2 minutos de orgía rockera, con un gran trabajo a la batería de Doug Clifford, y un solo de guitarra memorable. También destaca la potencia de las cuerdas vocales del amigo John. La canción así está perfecta; pero he escuchado alguna versión en directo, donde sólo hay guitarras, sin la sección de viento, y… ¡¡mamma mía, qué gozada, man!!

OOBY DOOBY: tras el pelotazo de adrenalina del corte anterior, sigue este cover de Roy Orbison en el que destaca la excelente ejecución de John en la primera guitarra y los enérgicos redobles de tambor a cargo de “Cosmo” Clifford.

LOOKIN´ OUT MY BACK DOOR: John compuso esta canción para su hijo (de hecho los doo doo doo los tomó de su pequeño mientras la componía), su letra es imaginativa pura. Parece ser que Spiro Agnew, un pez gordo del gobierno americano de entonces, mandó investigar la canción por si hablaba de drogas… El tema abre con Tom rasgueando rítmicamente la acústica, y pronto entra su hermanísimo destilando una preciosa melodía country. A media canción se introduce el solo de guitarra, bello y melódico, y al final se incluyen varios cambios de ritmo, haciendo del tema un auténtico “made in CCR”.

RUN THROUGH THE JUNGLE: misteriosa y extraordianaria. Una atmósfera maravillosamente conseguida nos traslada a la oscuridad de una noche en la jungla… Corre y no mires atrás… Dios mío, esa armónica “angelical”, como un espíritu amenazante que nos persigue y atemoriza, sobrecogedora… Y los hachazos de Doug retumbando por doquier merced a su doble golpeo… El miedo hecho canción… ¿Y esa voz de ultraumba?¿Qué sienten cuando nos dice “better run through the jungle…. Woa, don´t look back to see”? Estremecedor (por cierto, a mí siempre me pareció que la voz es la de Stu…)

UP AROUND THE BEND: tras la oscuridad y el miedo de Run through the jungle, John nos invita a la luz y la alegría con este fabuloso track. Los Creedence fueron maestros consumados en ejecutar un rock simple y eficaz, caracterizado por un sonido limpio y cristalino. Esta canción condensa todas esas virtudes, y a fe que logran un resultado espectacular. El enérgico riff de inicio es, simplemente, ANTOLÓGICO. Mr. Fogerty vuelve a deleitarnos con un trabajo increíble. Y la entrada de Cosmo Clifford no le va a la zaga. Aquí el acompañamiento rítmico es para quitarse el sombrero. Esta canción hace que el optimismo y la energía rezumen por los poros de tu piel. Y si a todo esto se añade la poderosa perfomance vocal de John, tenemos un hit verdaderamente demoledor. Si pones la canción en tu equipo, subes el volumen y no te vuelv es loco tocando una guitarra imaginaria y gritando “¡Come on the risin´ wind, we´re goin´ up around the bend!” es que no estás vivo, muchacho.

MY BABY LEFT ME: aquí comienza el álbum de Cosmo (aunque hasta ahora no lo ha hecho mal, ¿eh?; desde aquí y hasta el final las perfomances del barbado batería serán memorables). En este cover de Elvis nos deleita con un trabajo lleno de energía y pecisión. John canta con su voz menos áspera de lo habitual y realiza un solo marca de la casa. También el bajista Stu tiene su oportunidad en este tema, él y Doug son la sala de máquinas, perfectamente ensamblada, que hace avanzar la canción. Totalmente disfrutable.

WHO´LL STOP THE RAIN: preciosa balada, melódica y afligida, con tintes celestiales. Las armonías vocales son maravillosas, y la música impregna todo de una dulzura y una belleza cristalinas. Los punteos de John a la guitarra, consiguiendo el efecto de gotas de lluvia, son magistrales. El uso de los platillos que hace Doug le da un brillo incomparable a esta gema. Además, para mí, la versión del álbum es insuperable, la he escuchado en directo tanto a los CCR como a John y no alcanzan la intensidad emocional que destila en estudio. Una joya inmortal.

I HEARD IT THROUGH THE GRAPEVINE: una de las piezas fuertes del disco, y de toda la discografía de la Creedence. Un cover que arrasa y borra del mapa al original, gracias a cuatro tipos en estado de gracia. John imparte lecciones de guitarra, en la “jam session” que forma la segunda parte de la canción muestra una versatilidad casi infinita; Doug está inmenso a la batería, con otra entrada de antología y una sincronización con John que quita el aliento; Stu parece estar en conexión hipnótica con Doug y John simultáneamente, y la introducción es brutal (lo que hace al bajo durante la entrada realmente me produce escalofríos); y Tom, siempre efectivo con la rítmica, haciendo retumbar rock y blues por todas partes. La pista vocal es para quitarse el sombrero: la voz rasposa y áspera de John le viene al pelo a la canción, y el estribillo a dúo con Stu Cook es rabioso a más no poder. 11 minutos plenos de talento, fuerza y emoción. Amigos, no se cansen de escucharla, porque esto es CAVIAR.

LONG AS I CAN SEE THE LIGHT: cierra el álbum este sensual y seductor blues, cantado por John con una voz desesperadamente sobrecogedora. Me encantan los teclados de esta canción, creando ese ritmo “arrastrado” en perfecta consonancia con la letra que canta John, y aunque no me suelen gustar los vientos en el rock, el solo que se marca Mr. Fogerty con su saxo no desentona para nada aquí. También es muy destacable la clásica síncopa bluesera de Doug, con el charleston marcando el ritmo. La producción realmente es maravillosa en esta canción, todos los instrumentos escupen sus notas nítidos y claros, envolviendo todo con esa melodía sensual y sugestiva. Un tema digno para cerrar un álbum genial.

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Pendulum

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Anniversary

J.G. DIAZ (jgdiaz@imp.mx) 30 de junio 2004

 

Ahora con respecto a este album recopilatorio es bueno pero faltan buenas canciones.

Porque si te gustan los creedence, mejor escucha todos los discos. No lo crees

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