CREAM

Jack Bruce: bajo y voz / Eric Clapton: guitarras y voz / Ginger Baker: batería 

ÍNDICE

TEMAS SOBRESALIENTES

        - Introducción

1966 - Fresh Cream

1967 - Disraeli Gears

1968 - Wheels Of Fire

1969 - Goodbye

1970 - Live Cream 1 (live)

1972 - Live Cream 2 (live)

 

COMPILADOS DE HITS:

1995 - The Very Best Of Cream

Strange Brew (Disraeli Gears)

Sunshine Of Your Love (Disraeli Gears)

Dance The Night Away (Disraeli Gears)

Tales Of Brave Ullyses (Disraeli Gears)

White Room (Wheels Of Fire)

Politician (Wheels Of Fire)

Desserted Cities Of The Heart (Wheels Of Fire)

Crossroads (Wheels Of Fire)

 

INTRODUCCIÓN

 

El grupo Cream no parece ser muy recordado, conocido ni respetado hoy en día. Actualmente, si uno menciona la palabra "Cream" refiriéndose a música, la mayoría pensará que estás hablando de esos festivales "Creamfields" de electrónica que andan por el mundo fomentando música de robots y negocios para narcotraficantes. Sin embargo, a pesar de toda esa ignorancia, es difícil negar que Cream se trata de una de las bandas CAPITALES de los 60', jugando, sin exagerar un gramo, en la misma liga de los Beatles, Dylan, los Stones, los Who, los Kinks, Hendrix y los Doors. Su música, aunque no demasiado conocida hoy en día, fue IMPORTANTISIMA en el florecimiento asombroso que el rock tuvo por aquellos días, y cumplió un papel clave en el desarrollo de aquello que conocemos como hard-rock. Esto se comprueba fácilmente escuchando sus álbumes (especialmente Disraeli Gears y Wheels Of Fire) y situándonos en contexto; buena parte de lo que se oye fue en su momento pura innovación, son cosas que nunca se habían hecho antes. Además, por aquellos días eran inmensamente populares, solo que de todos los grandes grupos de la época, Cream fue aquel que el tiempo ha tratado con menos generosidad.

Un poco se entiende esta magra realidad; Cream apenas cumplió los tres años de trayectoria, publicó solamente dos álbumes de material digno y no tocó en ninguno de los recordados festivales de rock de entonces (Woodstock, Monterey). Pero aún en ese corto lapso y con tan poco material publicado, Cream fue, es y será uno de los conjuntos INELUDIBLES de la historia del rock, de esos clásicos que cualquier rockero que se precie no dudará en conocer cuanto antes. Los aspectos destacables que hacen inmortal a la banda son varios, y paso a enumerarlos a partir de aquí.

En primer lugar, Cream fue el primer (y mejor) supergrupo que haya conocido la historia del rock. Con el término "supergrupo" me refiero a una banda creada de forma un tanto artificial a partir de la unión de músicos ya consagrados y establecidos en el mundo de la música. Es un rejunte de ases, un "dream-team", como si hoy en día, por poner un ejemplo grotesco, se formara una banda con Thom Yorke en la voz, Dave Navarro en guitarras, Phil Collins en batería (lugar de donde nunca debería haberse ido) y Paul McCartney en bajo... Todas estrellas con años de trayectoria que de pronto confluyen para hacer nueva música. Al momento de juntarse, los miembros de Cream no eran TAN famosos ni reputados como los ejemplos aleatorios que acabo de dar, pero tampoco eran ningunos iniciados como lo eran los Who, los Stones o los Beatles en sus respectivos debuts; Eric Clapton ya era considerado un dios de la guitarra a partir de su participación en los Yardbirds y los Bluesbreakers, mientras que Jack Bruce y Ginger Baker habían tocado en The Graham Bond Organisation. En realidad, su participación en Cream fue lo que en definitiva convirtió a estos tres seres en mega-estrellas, pero antes de ella sabían dos o tres cositas sobre lo que es estar en un grupo de rock.

Pero no es tan importante su caracter de supergrupo como la música que han hecho. Cream fue un conjunto pionero y revolucionario en muchísimos aspectos, pero tampoco se olvidó de proveer al mundo algunos de los más excelsos clásicos del rock and roll de todos los tiempos, aportando valores compositivos impresionantes que sobrepasan el promedio de cualquier banda de hard-rock (incluso más que el mismo Jimi Hendrix), pasajes instrumentales aplastantes, ganchos melódicos de primerísimo nivel y una mítica performance en vivo. Con esto estoy diciendo que Cream es uno de esos grupos de doble valor que se animaron con cosas NUEVAS todo el tiempo, pero que además supieron componer excelente música que se sostiene a la perfección más allá de su valor revolucionario.

Si de revoluciones estamos hablando, Cream tiene bastante de lo cual jactarse. Fueron los primeros en explorar a fondo las posibilidades de un power-trio (bajo-guitarra-batería), esquema que más tarde llevarían a nuevas alturas grupos como Led Zeppelin. En este sentido, es notable lo que eran capaces de lograr con esos tres instrumentos básicos, aunque en el estudio se permitieron todo tipo de trucos adicionales y dobaldos complejos. También hicieron aportes clave al crecimiento del hard-rock; se puede decir que el concepto del hard-rock empezó a gestarse con los Who de My Generation y los Kinks de You Really Got Me, pero fue Cream el grupo que se animó a dar el siguiente gran salto, tomando al mundo por sorpresa con los primeros riffs realmente pesados de la historia, tonos de guitarra bestiales y algunos jams inesperadamente violentos. Aunque su primer álbum resultó más poppy (y malo) de lo que se podría esperar, ya incluía ciertos pasajes de una violencia y distorsión inéditas para la época, cosa que se ampliaría en Disraeli Gears con los primeros riffs clásicos que haya conocido el hard-rock. Obviamente, el grupo de Jimi Hendrix comparte los méritos en este sentido, y por eso ambas agrupaciones suelen ser comparadas inevitablemente. Sin embargo, considero que Cream ha logrado un mejor equilibrio entre "rockear duro" y "componer buenas canciones". No quiero decir que Jimi no tuviera buenos temas, pero la gran mayoría de ellos estaban más bien centrados en la pirotecnia trasnochada de la banda que en sólidos y cuidados ganchos melódicos. Hendrix se inclinó más hacia el concepto de "sonido" que al de "composición", mientras que Cream puso igual cuidado en ambos. Por eso, si bien Cream nunca jamás logró el fuego ardiente y la potencia pura de Manic Depression o Purple Haze, Hendrix nunca podía haber escrito algo tan refinado o redondo como Desserted Cities Of The Heart o Dance The Night Away: Sí, estoy diciendo que Bruce, Clapton y sus colaboradores (Pete Brown, Martin Sharp, Gail Collins, Félix Pappalardi) eran mejores compositores que Hendrix, aunque claro... son cinco o seis tipos contra uno. Eso es mérito de Jimi supongo.

Pero la notoriedad de Cream no pasa solamente por su importancia dentro del hard-rock o sus talentos compositivos; también han rechazado el purismo, conviertiéndose en interesantes experimentadores y fusionadores. Partiendo de sus bases de blues-rock puro, los tipos ensayaron con varias cosas distintas e incorporon todo tipo de recursos, hasta lograr lo que yo considero uno de los más brillantes y exitosos matrimonios del rock: mezclar blues-rock con música psicodelia. Esta fantástica alquimia no tendría lugar hasta Disraeli Gears, y sin duda constituye una de las fórmulas más felices de su época; Clapton, Bruce y Baker abordaron el mundo surrealista, ácido y peligroso de la psicodelia pero nunca se olvidaron de matizarlo con sus tremendos riffs y solos de blues. Por eso, tanto Gears como su sucesor Wheels Of Fire siguen siendo baluartes únicos en el mundo del rock. Flautas, violoncellos, campanitas y juegos acústicos se entremezclan con violentos zarpazos metálicos y crujientes tonos de guitarra, y es fenomenal; si alguna vez sentís que la psicodelia de Magical Mystery Tour, Satanic Majesties o Piper At The Gates Of Down necesitan rockear más, Cream es para vos. Claro, nunca hicieron psicodelia EXTREMA, pero si acaso temas como Dance The Night Away o Desserted Cities Of The Heart no son joyas de la música psicodélica, yo no soy yo, tú no eres tú, y él no es él.

El aspecto más polémico de la banda aparece al hablar de shows en vivo. Cream era una banda en el estudio y una cosa completamente distinta al actuar en vivo. Al grabar sus álbumes, eran refinados, breves, experimentales y concisos. En concierto, en cambio, despojados de todos los trucos de estudio, solían perderse en INTERMINABLES jams de guitarra, bajo y batería que por un lado contribuyeron en buena medida a la gran popularidad del grupo, pero por otro lado también son el blanco preferido de sus detractores. Me es muy difícil imaginar un argumento razonable contra el Cream de estudio, pero en lo que a sus conciertos se refiere, hay mayores divisiones. Personalmente soy un gran fanático de los jams rockeros, pero tengo admitir que a Cream a veces se le iba la mano con sus improvisaciones y terminaban aburriendo un poco. Aún no escuché los dos volúmenes de Live Cream, pero se me hace que muchos de estos jams son más bien un show-off masturbatorio, donde cada miembro le da y le da y le da a su intrumento sin llegar a ningun lado y sin preocuparse mucho de lo que están tocando sus compañeros. El resultado es una nube de sonido monótono y plano que no termina de cerrar mucho en disco. No es el jam apretadito, rítmico y preciso que suele gustarme, sino el vagabundeo impreciso e impuntual que deja la impresión de que los tipos solo están matando un poco el tiempo para que el show termine. Un ejemplo es el solo de batería de DIECIOCHO minutos que aparece al final de Wheels Of Fire, emblema inequívoco de los excesos del hard-rock de aquellas épocas. Ocasionalmente, claro, eran capaces de despertar con algún groove monstruoso, como lo atestigua la feroz rendición de Crossroads en Wheels Of Fire, en donde las rápidas línas de Bruce, el interminable golpeteo Baker y el sublime virtuosismo de Clapton definen uno de los momentos rockeros más apasionantes que haya oído.

En todo caso, el incómodo auto-bombo de sus shows en vivo no arruina el valor de Cream, y su música, en mi opinión, sigue sonando tan fresca, creativa y excitante hoy como en sus épocas de gloria. El haber estado tan poco tiempo juntos, dicta que quizá sean muy pocas las canciones realmente esenciales que hayan hecho, pero con esos contados momentos, les alcanza para estar entre los grandes. Simplemente clásicos.

 

FORMACIÓN

Eric Clapton: Una de las razones principales para acercarse a Cream: la obra del grupo constituye el pico ABSOLUTO de Eric Clapton. Mucha gente hoy en día se pregunta cómo puede revenrenciarse tanto como guitarrista a un tipo que se ha pasado toda su carrera lanzando aburridos y pálidos discos de ordinario soft-rock. Pues bien, esa gente tiene que escuchar un poco de Cream para asimilar en toda su medida la LEYENDA que fue Eric Clapton en sus días de gloria. Es una pena que su carrera solista no esté a la altura del talento que Dios le dio, pero en Cream el tipo realmente ROCKEABA. Y alguno estará ya pensando en los genéricos y aburridos solos de blues que tanto ha gastado durante los últimos años... NADA DE ESO! El tipo, en los sesentas y con Cream, se inventó algunos de los tonos de guitarra eléctrica más ASOMBROSOS y POTENTES que se puedan imaginar; desde el solo antológico de Sunshine Of Your Love, hasta el riff asesino de Strange Brew, desde el tono increíble que logra en Swalbr, hasta el wah-wah infernal de White Room, desde el épico y masivo ataque eléctrico en Crossroads, hasta el DEMOLEDOR vibrato de Desserted Cities Of The Heart, Clapton demuestra que es uno de los grandes (para mí el más grande) y que en términos de innovación y ampliación de las fronteras, no tiene mucho que envidiarle a Jimi Hendrix, sin contar que además tocaba la guitarra acústica a la perfección. Su personalidad poco carismática, su timidez, su bajo perfil y su "normalidad" le jugaron en contra, pero teniendo en cuenta estrictamente su legado musical, si se hubiera sucididado luego de Layla el tipo hoy sería una leyenda del calado de Morrison, Lennon o Hendrix.

Jack Bruce: Sin espacio para dudas, uno de los mejores bajistas de su generación; ahí junto a gente como John Entwistle y John Paul Jones, y claramente más dotado de McCartney o Wyman. En el estudio, detrás de todos los trucos de producción, es normal que aparezca fuera de foco y no llame la atención, pero solo basta escuchar Crossroads para darse cuenta de lo que era capaz este personaje. Pero además de destripar el bajo, Jack Bruce fue el cantante y compositor principal del grupo. Como cantante no cuenta entre mis preferidos (de hecho, prefiero la voz de Clapton), pero es más que aceptable. Sin embargo, queda claro que fue por lejos la principal fuerza compositiva del grupo, ya que todas las grandes gemas de la banda, con excepción de Strange Brew y Tales Of Brave Ulysses, están firmadas por él. Las letras eran de un poeta underground llamado Peter Brown.

Ginger Baker: Como sus pares, este baterista de formación en el jazz, está considerado uno de los máximos exponentes de su instrumento y solo John Bonham y Keith Moon igualan su prestigio en el mundo del rock. Su técnica es CLARAMENTE superior e irreprochable, sin embargo la deficiente producción en cuanto al sonido de su instrumento le quitan algo de vuelo. Vamos che! En Disraeli Gears la batería suena como una maldita caja de zapatos. 

-Ginger Baker: "Eso no es mi culpa salame".

Tiene razon.

 


 

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Fresh Cream – 1966

6+/10

"The only time I'm happy is when I play my guitar"

1) I Feel Free; 2) N. S. U.; 3) Sleepy Time Time; 4) Dreaming; 5) Sweet Wine; 6) Spoonful; 7) Cat's Squirrel; 8) Four Until Late; 9) Rollin' And Tumblin'; 10) I'm So Glad; 11) Toad.

mejor canción: I feel free

No. No me gusta mucho este disco. Cuando compré el CD (y seguramente el público en su momento) esperaba blues y rock sudoroso; algo exitante y poderoso que revolviera mis vísceras e hiciera retumbar mi aparato circulatorio. Qué se yo; los nombres Clapton, Bruce y Baker auspiciban grandes cosas. Después de todo ¿Es un supergrupo o no es un supergrupo? Clapton, el mejor guitarrista de blues que jamás haya tocado; Bruce, uno de los mejores bajistas de la historia; Baker, uno de los bateristas más distintivos de todos los tiempos... Eso sí que tiene que volarnos los cesos a todos ¿No es así? Eso sí que tiene que rockear como si no hubiera mañana ¿No es así? Eso sí que tiene que ampliar los límites ¿No es así? ¿No es así? ¿NO ES ASÍ? En lugar de todo eso ¿Qué creen que me encuentro en Fresh Cream? Encuentro una colección de cosillas POP intrascendentes que mmmmmmm, no están del todo mal, no son la peor masacre que escuché, pero... ¡Diablos que no son muy buenos haciendo este tipo de música! Si quiero escuchar canciones pop / rock como la gente ni lo pienso dos veces y recurro a los Beatles, por supuesto, a los Stones de Flowers, a los Kinks de Face To Face... pero no este álbum decepcionante que, siendo totalmente sinceros, no contiene un solo clásico verdadero. Digo yo: ¿Eric Clapton no había dejado los Yardbirds porque le molestaba tocar pop comercial?... ¿Pues entonces que hace tolerando un álbum como este? ¿Dónde están los riffs apasionantes y los solos emocionantes?

Me sereno, respiro, tomo una ducha fría. Después de todo ¿Por qué apurarse? Para estas alturas Clapton no había encontrado ESE sonido que lo haría famoso por el resto de su vida. Cream, tres personalidades fuertes y juntadas de forma medio artificial, todavía estaba midiendo sus pasos sin saber bien para dónde apuntar. Si necesitás tan imperiosamente ese sonido bien rockero y pesado del Cream más clásico hacete el favor de pasar a los siguientes dos álbumes. Este tímido debut es, digamos, un "calentamiento" y los tipos se dedican a explorar un poco, a joder un poco, a jugar un poco con lo que tenían en ese momento. El resultado es musicalmente poco memorable... pero ¿Acaso los Beatles arrancaron con una obra maestra?

En definitiva, Fresh Cream no es el desastre más prodigioso entre los desastres, pero ciertamente resulta un esfuerzo bastante irregular que si bien presagia, solo presagia, algunas de las virtudes del mejor Cream, se halla realmente a años luz, cualitativamente hablando, de lo que Clapton, Baker y Bruce, grabarían  apenas un año más tarde. ¿Qué es lo que falla? Para empezar, las composiciones son bastante flojitas y no ayuda que en muchos casos suenen como indecorosos intentos de imitar a algún grupo poppy de los 60. No son canciones horrendas, pero en su mayoría suenan toscas y chapuceras. En el setlist se entremezclan algunos originales livianitos e insustanciales de Bruce y Baker más algunos covers de blues que varían entre lo medianamente decente (Spoonful) y lo patético (I'm So Glad). En ocasiones la mágica guitarra de Clapton, ya fogueado con John Mayall, alcanza para realzar algunos momentos del disco, sobre todo en los temas NSU y Sweet Wine, pero en general la cosa fluye muy liviana, monótona y como perdida. Para colmo la producción apesta: el sonido es sucio, errático, demasiado barroso y termina arrastrándose penosamente por el disco en vez de fluir y saltar como lava de los parlantes. ¿Poder rockero? ¿Intensidad? Pues hay algunas intensas tormentas de sonido más o menos rescatables como Cat's Squirrel y Rollin' And Tumblin' pero sin frescura ni inteligencia alguna. O sea: pop feliz y liviano, melodías mediocres y riffs más bien tirando a insulsos... Algo así sería este disco: creo que se podía esperar más de un grupo como Cream.

Casi invariablemente los covers de blues carecen de genuino atractivo; al menos para 1966 no eran nada espectacular... después de haber escuchado a los Stones y a los Who. Están repletos de buen ruido y agresividad... pero les faltan buenos riffs, grandes melodías y, sobre todo, un objetivo más puntual que joder un poco con los instrumentos. Quizá lo más tolerable sea Four Until Late, a cargo de Clapton que por lo menos tiene una simpática melodía de blues y un ritmo pegadizo, aunque el tipo ese de la guitarra no se suelta mucho que digamos. El resto de los blues... ehhh, esteeee... qué se yo. He escuchado blues cien veces más excitante que este. Si hay algo que no podemos achacarle a Rollin' And Tumblin es falta de energía, pero es bastante ruidosa e informe para mi gusto: Clapton se dedica a aporrear la guitarra sin virtuosismo ni estilo mientras Bruce desgarra la armónica a todo trapo. Logran cierto volumen, pero más allá de eso... NADA. Cat's Squirrel comienza bastante bien, con un riff decente y una armónica que levanta temperatura, pero enseguida empieza a decaer, sobre todo cuando entra Bruce cantando "All right, all right, all right, all right..." en otro golpe de efecto infeliz para que la canción se desvanezca poco después sin haber entregado nada especial. TAMPOCO me simpatiza mucho Spoonful... básicamente porque el estilo descuidado y marchito lo arruina todo para mí. Reconozco que se trata de uno de los mejores números del álbum, pero no tiene mucha fluidez ni justeza. Los quiebres de guitarra están buenos, pero cuando el tema acaba lo único que recuerdo es a Jack Bruce cacareando una y otra vez "That spoon, that spoon, that spoon..." Abuuuuuuuuuurrre!!!. Pero, claro, todavía hay puntos más bajos: en ese sentido la horrible I’m so glad, con su monótono riff y su ESTÚPIDA melodía y su AUN MAS ESTÚPIDA letra y el relleno Toad, con su absurdo solo de batería que ni siquiera tiene un riff más o menos decente como Moby Dick de Zeppelin, están entre lo menos rescatable del disco. 

Pero entonces tenemos las composiciones originales que son la verdadera diversión del álbum. Sí, suenan dolorosamente livianas y hasta estúpidas en sus pretenciones pop, pero al menos ostentan un poco más de creatividad y diversidad que los barrosos jams bluseros. La encargada de abrir el álbum, I Feel Free, ofrece lo más cercano a una melodía clásica en Fresh Cream y aunque el arreglo instrumental podría ser muchísimo mejor los buenos juegos de voces logran embellecer el álbum con una grata dosis de melodía y puro pop de los 60. N.S.U., de Bruce y Sweet Wine, de Baker suenan estilísticamente similares y también tienen lo suyo: N.S.U. nos clava las garras de entrada con el mejor y más creativo riff de todo el álbum. Aunque el encanto no dura mucho pues enseguida se desvía hacia una melodía vocal pegadiza pero ostensiblemente boba y repetitiva, con unos recurrentes y poco agraciados "ahhhh-ahhhh-ahhhh" que hacen evaporar toda fluidez posible. Sweet Wine, en cambio, no tiene nada particularmente irritante; la melodía vocal es original (aunque no muy excitante) y los solos de Clapton constrituyen lo más cercano a "potente" que se puede escuchar en el álbum. Me gusta. Dreaming tampoco es tan horrenda como se dice, al menos tiene una melodía creativa: el problema son los arreglos desparejos ¿Quién fue el vago absoluto que produjo este álbum? Sleepy Time Time por otra parte es irritantemente lenta y constituye otro punto olvidable de un álbum mayormente olvidable.

Un seis, amargo y aburrido como todos los seis. Les cuento: nadie se va a horrorizar con la música de Fresh Cream a pesar de los bajos estándares de producción y talento compositivo. El gran problema es que estamos en 1966, y para estas alturas se estaban publicando toneladas de álbumes excitantes, novedosos, rompe-esquemas e inventivos. No hace falta decir que Fresh Cream, a pesar de tratarse del debut de una de las bandas claves de los 60, NO pertenece a este club. Es un álbum esencialmente mediocre, con alguna cosita aquí y allá, pero que nunca hará temblar mi pulso. 

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*Disraeli Gears* – 1967

9-/10

"Tiny purple fishes run laughing through my fingers"

1) Strange Brew; 2) Sunshine Of Your Love; 3) World Of Pain; 4) Dance The Night Away; 5) Blue Condition; 6) Tales Of Brave Ulysses; 7) Swlabr; 8) We're Going Wrong; 9) Outside Woman Blues; 10) Take It Back; 11) Mother's Lament.

mejor canción: Sunshine of your love

Ah, ah, bueno, esto es OTRA cosa. Este es el Cream que quiero escuchar. ¡Diablos! Los tipos se dieron cuenta por fin de lo que pasaba alrededor: 1967, todos estaban publicando álbumes revolucionarios y clásicos por doquier, cambiando la historia del rock para siempre. Y claro, Cream no podía ser menos... si volvían a vender una cosa como Fresh Cream todos se le iban a reir en la cara... ¡A despertar muchachos! Y vaya que despertaron: al diablo con todas esas pequeñas y risueñas idioteces pop como I Feel Free (aunque esa me gusta bastante), basta de ruidosas improvisaciones de borrachos como Rollin' And Tumblin. Se acabó, se terminó, se finiquitó con todo ese embole. ¿Y en su lugar qué tenemos? Maravillosas canciones una tras otra, himnos psicodélicos impregnados por la fenomenal guitarra de Eric Clapton, quien realmente LA DESCOSE en todo el álbum. Si claro, para 1967 todos hablaban de Jimi Hendrix y sus innovaciones con la guitarra eléctrica y toda esa historieta... Pero pocos se acuerdan que en Cream también Eric Clapton alcanzó su absoluto pico, y pocos se acuerdan de que sus innovaciones son tan fantásticas como las del tipo ese de Seattle, particularmente por el FANTASTICO tono que encontró para su guitarra. Y Disraeli Gears no solo es psicodelia de primer nivel, flower power en su mejor expresión... sino que también ROCKEA! Claro, porque los tipos no se olvidaron de que eran, básicamente, tres bluseros británicos con ganas de rockear y patear una generosa dosis de traseros. Yo por eso Disraeli no es un delirio fumado, saturado de mellotrones y sítaras como Satanic o Magical Mystery Tour. Es más bien una fenomenal amalgama de blues pesado con psicodelia  eléctrica... algo así como psico-blues. ¡Psico-blues! ¿Se imaginan cómo puede sonar eso? Pues muy bien, se los aseguro. Olvídense de todas las florecillas de la tapa... esta cosa rockea de lo lindo.

El impacto no es inmediato, y puedo entender que a ciertas personas les cueste asimilar la grandeza de Disraeli. Verán, la producción no es de la mejor: por ejemplo, siempre me desagradó la batería de Baker. El tipo toca a la perfección, eso sí, pero su batería aparece EXCLUSIVAMENTE en el parlante derecho y parece más bien que le está pegando a una caja de cartón. No es una cosa catastrófica, pero me imagino cuánto más potentes podrían haber sido estas canciones con un sonido de batería como la gente. De hecho, el álbum puede sonar un poco apagado y pálido para los oídos, sobre todo comparado con su máxima competencia, el famoso Are You Experienced? de Hendrix. Pero no importa mucho, porque los riffs son buenos, las melodías son mágicas y el tono de la guitarra de Eric es FANTASTICO MAN!

¿Qué mejor ejemplo que Strange Brew, el bestial blues encargado de abrir el álbum? ¡¡¡Esa guitarra!!! ¡¡¡Qué riff!!! ¿Y la voz en falseto de Eric Clapton? ¡Intoxicante! ¡Qué melodía señores! Una de las mejores canciones de blues que escuché EN MI VIDA, sin lugar a dudas... cuando me compré el disco Strange Brew estuvo girando en mi cabeza todo el día. TODO EL MALDITO DIA cantando: "She's a witch of trouble in electric blue..." Ah, maaaan! ¿Qué es eso? ¿Una bruja enamorada de mí? Buuuuu. Caray, me gusta más esta canción que cualquier blues de ¡¡¡Led Zeppelin!!! Y ni hablar de el superclásico Sunshine Of You Love. El riff rockero de los 60 por antonomasia pisando como un dinosaurio gigante, una melodía vocal inolvidable, un estribillo catárquico y uno de los mejores solos de guitarra DE LA HISTORIA que demuestran que Clapton era un genio. ¿Qué más? Admito que cuando lo escuché por primera vez Sunshine me resultó un poco... tímida, por decirlo de alguna forma, sobre todo comparándola con las tantas versiones que Clapton hizo en vivo. Si sientes lo mismo solo tienes que levantar el volumen al mango y te aseguro que cambiarás de opinión. Es "LA" canción psicodélica de la historia del rock.

¿Te queda hambre de más? Pues intenta con Tales Of Brave Ulysses, una cosa oscura y semi-gótica, con una INCREIBLE guitarra wah-wah de Eric Clapton y una letra repleta de delirios mitológicos que anticipan casi todo el rock progresivo. ¡Y atento a lo que viene cuando Bruce termina cada estrofa! ¡Madre mía! Un ataque ULTRA-VICIOSO de Clapton como no esuché en ningún otro lado... jeje, ESTO es lo que me gusta del rock ¿En qué otro género tengo tanta potencia junta? También vale la pena la estupenda Swlabr (Que es una sigla para She Walks Like A Bearded Rainbow, lo cual aclara totalmente el panorama). El riff de Clapton, con ese tono vicioso extrapolado a sus máximas expresiones, es una cosa de locos: nunca escuché nada remotamente similar en ningún otro álbum de ningún otro conjunto. Ni hablar de la melodía vocal, que es puro genio.

Hasta aquí van cuatro números de psico-blues que virtualmente ponen en verguenza cualquier otro representante del género (Purple Haze, salí de acá!). Pero hay más, mucho más. World Of Pain y Dance The Night Away constituyen lo más directamente psicodélico del álbum... y no es que esto sea una mala noticia, todo lo contrario. La byrdiana Dance The Night Away tiene una atmósfera MÁGICA, sobre todo en esas hermosas líneas de guitarra y en los maravillosos quiebres instrumentales totalmente fumados que anteceden cada línea de "Daaaaaance the niiiiiiiiight awaaaaaaaaay". La melodía es de primera, además. La subvalorada World Of Pain es también una cosa increíble, que gana a través de una de las melodías vocales más creativas, pegadizas y poco triviales que se hayan colado en mis oídos. We're Going Wrong es la más complicada del set, básicamente porque es lenta, repetiviva y su melodía difícilmente pasa como memorable; sin embargo el grupo logra un particular efecto de dramatismo e hipnosis que no me permite catalogarla como una porquería: no me entusiasma gran cosa pero me gusta. Tampoco soy tan fanático de Blue Condition, la única canción de Ginger Baker que aparece en Disraeli; la melodía no es buena; es lenta, es repetitiva, es TONTA y no ayuda nada el tono nasal y monótono de la voz de Baker. La pista instrumental no es mala, pero palidece significativamente con respecto a las canciones que la rodean. En resumen, la canción más aburrida del álbum, aún sin ser ofensiva.

Y me quedan en el tintero las canciones de blues más directo que se ubican ambas al final del álbum. El cover de Outside Woman Blues no parece cosechar grandes pasiones entre los oyentes, pero la verdad es que tiene un riff fantástico y la performance es toneladas más excitante, confiada y ajustada que cualquier blues de Fresh Cream. Hablando de Fresh Cream, Take It Back suena como un descarte de aquel álbum, debido a su atmósfera festiva y despreocupada. Sin embargo la melodía es significativamente pegadiza y el sonido de la armónica es fantástico. Lo único de Disraeli Gears que realmente aborrezco es Mother's Lament. Si hay una canción que epitomice el significado de "relleno innecesario" es ésta. ¿Para qué quiero escuchar a los tres tipos cantando a-cappella, borrachos y desafinados, una tonadita de mierda como ésta después de haber escuchado algo como Sunshine Of Your Love? Insoportable y desafortunada forma de cerrar el disco: Mother's Lament, definitivamente está en mi escala de cosas que no puedo escuchar porque me harían matar gente.

Aún así, todo lo mala que sea esa cosa, no alcanza a arruinar este discazo fundamental. Casi tan innovador y seguramente tan fresco como el resto de los álbumes claves del momento. Psicodelia de primer nivel, blues de primer nivel y un estilo muy personal en uno de los álbumes capitales que se escalonan en el desarrollo del hard-rock. Compralo ya, si es que no se agotó.

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Wheels Of Fire – 1968

8+/10

"Lie in the dark where the shadows run from themselves"

1) White Room; 2) Sitting On Top Of The World; 3) Passing The Time; 4) As You Said; 5) Pressed Rat And Warthog; 6) Politician; 7) Those Were The Days; 8) Born Under A Bad Sign; 9) Deserted Cities Of The Heart.

1) Crossroads; 2) Spoonful; 3) Traintime; 4) Toad.

mejor canción: White room

¿Qué pasó con los colorcitos tan copados de la tapa? ¿Para qué quiero ese gris depresivo y funesto cuando puedo tener florecillas coloridas, pavos reales con hermosas plumas y todo tipo de pajaritos? Eh? Bueno, pues es bien sabido que toda la onda del flower-power no tuvo una vida muy larga que digamos y para 1968 esa tontería estaba definitivamente muerta y enterrada. El diseño de los dibujos es psicodélico, pero los colores han desaparecido, como anunciando un final trágico para todo el hermoso movimiento de paz y amor. Aunque pensandolo bien el "sueño del amor" trajo al mundo buena parte de la mejor música rock que jamás se haya tocado, así que más respeto. Ahora hagamonos el favor de pasar al álbum. Wheels Of Fire es esencialmente un intento de replicar el éxito artístico de Disraeli Gears, por lo tanto se da la misma exacta trilogía de himnos de blues psicodélico, experimentos salvajes (más experimentos salvajes aquí que en DG) y covers de blues tradicional. ¿Lo logra? ¿Logra Wheels hacernos acordar a Disraeli? Pues sí, mayormente sí... pero... pero alguien la tenía que embarrar ¿No? Porque no conforme con el nuevo álbum de estudio, Wheels Of Fire agrega un segundo disco grabado en vivo que, francamente, no me ha dado razones para saltar de alegría por los pasillos.

Más adelante hablaré del segundo disco. El primer disco, el verdadero Wheels Of Fire, es en verdad tan bueno como Disraeli Gears y aporta una cantidad similar de temas excelentes. También hay un poco más de experimentación loca, instrumentos raros y ese tipo de cosas, dada por la trilogía de Passing The Time, As You Said y Pressing Rat And Warthog, y es aquí donde descansan los aspectos más cuestionables del álbum. Claro, porque a veces los experimentos pueden fallar y en este caso se puede decir que más o menos fallan. Al menos no se les puede acusar de no arriesgarse. Por otro lado, los números "tradicionales", los que siguen el patrón de blues y hard rock psicótico que tanto rédito había dado en Disraeli con ESPECTACULARES, así con mayúsculas... eh? CON MAYUSCULAS. Así como Disraeli tenía su Sunshine Of You Love, Wheels tiene su White Room, así como había un Strange Brew, hay un Desserted Cities Of The Heart y bla bla bla. Así que si te gustó Disraeli Gears y querés más carne, procedé a este ambicioso LP y no te sentirás defraudado.

Empezaré con las cosas más experimentales que de alguna forma representan una novedad con respecto a los dos álbumes anteriores. El flower-power no daba para más, pero Cream todavía se sentía cómodo con lo psicodélico. Passing The Time no me cerraba demasiado con las primeras escuchas... es uhmmm, tan extravagante... con campanitas... violoncelos. Me sonaba un poco vago: ahora me gusta más, claro, aunque sea porque tiene una parte donde el grupo se lanza en un feroz jam psicodélico y rockero a la vez, con unos toques de órgano que me sacuden bastante. Bien. Tampoco me disgusta As You Said, sin duda lo más fumado y enloquecido del álbum. Comprendo que haya gente que la pueda odiar, ya que es MUY disonante y drogona, pero a mí ciertamente me atrapa el inquietante riff acústico combinado con los maquiavélicos cellos y la somnolienta y desafinada pista vocal. El último número "raro" es el que verdaderamente me hace crispar los nervios y decir sonoras palabrotas. Pressed Rat And Warthog es el típico númerito de novedad que tan a sus anchas se encuentran en álbumes como el White Album o The Who Sell Out, aunque sin la gracia ni inteligencia de aquellas obras. Lo más molesto es el hecho de que Baker no cante, sino que RECITE un poema loquísimo con esa voz monocorde y británica que tiene... Está bien, voy a confesar que hace un año ODIABA DESPIADADMENTE a esta canción. Ahora la escucho y al menos reconozco que el trasfondo musical que logra la banda es interesante, sobre todo por los melódicos toques de trompeta que le dan al tema una impagable aura medieval y solemne al asunto, como si se tratara de la coronación de un rey o algo así. Es impresionante las cosas locas que hacían en esas épocas ¿Por qué ya no? Igualmente el tema parece perdido y descolocado en el álbum, porque el resto de las canciones...

El resto de las canciones SON LO MÁS, LOCO! Jajaja. Quizá no me entusiasmen tanto los dos covers de blues Sitting On Top Of The World y Born Under A Bad Sign. Clapton brilla, como siempre y el tono de la guitarra es aún más vicioso y contundente que el de Disraeli Gears (darle una oída a las primeras notas de Born Under A Band Sign) pero aún así suenan un poco lentas e intrascendentes. Agradables, eso siempre. Es blues, es blues tocado por Clapton, Bruce y Baker. Dejémonos de joder. Sin embargo la veradera fiesta, la "creme de la creme" de Wheels Of Fire está en los originales, más precisamente en los tres originales de Jack Bruce y Pete Brown. Son fenomenales, y junto a la mística Those Were The Days, de Baker, constituyen una tetralogía comparable a Strange Brew, Sunshine Of You Love, Tales Of Brave Ulysses y Swlabr. Those Were The Days está infravalorada por casi todos. A mí me encanta: la melodía vocal es excelente y los instrumentos suenan a la perfección. Está a medio camino entre un número pop y una épica mitológica a la Brave Ulysses, solo que esta vez más cerca de la Atlántida que de las hazañas homéricas. Sin lugar a dudas, es la mejor canción que Baker haya contribuido al grupo. Pero la estrella compositiva del álbum es Jack Bruce y sus tres maravillosos himnos. White Room es la mejor canción del álbum. Olvídate de las letras, que son puro surrealismo sin sentido... pero ¡Qué melodía! ¡Qué introducción! Encima la batería de Baker suena por fin como tiene que sonar, potente y audible, mientras Bruce la rompe en el bajo y Eric la descose en la guitarra. Es una de esas canciones que te vuelan la cabeza por la intensa atmósfera que logran... pero lo mejor es Clapton. Eric Clapton y su EXTRAORDINARIO solo de guitarra. Juro que mi cabeza se queda seca de ideas para describir esta IMPONENTE orgía de rock fumado que es el final de White Room; lo único que haré es recomendarte que la escuches a buen volumen: cuando Clapton entre de golpe con esos MONSTRUOSOS acordes de wah-wah te aseguro que saltarás tanto de la silla que tu cabeza quedará incrustada en el techo y tendrán que llamar a los bomberos para retirar tu cadaver. Al menos algo así me pasó a mí... y aquí estoy, escribiendo desde el más allá. Suficiente de bromas tontas, más que nada porque está también Politician, una burla a los gobernantes con un VIRULENTO riff de diez notas que asemeja las pisadas de un BRAQUIOSAURIO DESPIADADO que se aproxima hacia tu casa con hambre y furia (Aunque ahora que lo pienso mejor, los braquiosaurios eran tiernos animalitos vegetarianos, solo que un chiquitín grandotes). Ni hablar de los múltiples solos de Clapton doblados para que suenen simultáneamente. Puro orgasmo de blues-rock para el disfrute. Y áun mejor, AUN MEJOR, es el grand-finale con Desserted Cities Of The Heart, un himno vertiginoso, vibrante, oscuro, frenético que quita el aliento. Es como un latido acelerado, una sensación de desasosiego, como una desenfrenada carrera hacia la última esperanza de vida. El blend entre velocidad imparable, riffs acústicos y cellos oscuros se revela absolutamente maravilloso. ¿Y para qué empezar a hablar del solo de Eric Clapton? ¿Para qué? Sería ser muy recalcitrante... solo diré que se trata de una cosa espectacular y majestuosa, con esa velocidad, ese vibrato que pega en los oídos como el embate de cien ángeles. Bla, bla, bla. Andá a escucharlo y viví. 

El segundo disco, que nos muestra la banda tocando en vivo en el Fillmore, no es un pecado, pero tampoco se justificaba. Lo único realmente esencial es la legendaria rendición del Crossroads Blues de Robert Johnson que hace la banda. Legendaria en serio: Clapton demuestra al mundo una vez más por qué es el mejor guitarrista de la historia: los solos, los riffs, la adrenalina que corre por esta canción no tiene parangón en lo que a covers de blues se refiere. De hecho, es uno de mis covers de blues favoritos, junto con alguno de Led Zeppelin o los Who de Young Man Blues. Después tenemos esas infaustas improvisaciones tan caracaterísticas de Cream. En el caso de Spoonful la banda suena bastante inspirada, aún durante los escalofirantes ¡DIECISIETE MINUTOS! que dura, pero los jams de Cream siempre dan la sensación de una nube informe y humeante... y yo prefiero que los jams de rock y blues suenen más ajustados y sudorosos. Pero aún así los virtuosismos en el bajo de Bruce y el magnífico tono que logra Clapton, bastan para que Spoonful sea impresionante. Si de excesos estamos hablando las palmas se la lleva el Toad de dieciseis minutos, que no sería TAN alarmante de no ser porque esta canción es UN SOLO DE BATERÍA. Ajá. Adinivinen cuantas veces me senté a escuchar esta cosa entera. (El que dijo "0 veces" que pase a buscar su premio, se ganó un chupetín). Y tampoco me gusta Traintime que es un jam de armónica de siete minutos. ¿Qué carajo le habrá picado a estos tipos?

En fin. El álbum es bueno pero desparejo. Por sus puntos altos, Wheels Of Fire vale la pena completamente, aun cuando haya que bancarse un solo de batería más largo que la vida de algunas moscas. En serio, no dudes en comprar esto si te gusta medianamente el hard-rock y la guitarra eléctrica. Te vas a encontrar con cosas que LITERALMENTE te van a volar los cesos.

Sección COMENTARIOS DE LECTORES sobre WHEELS OF FIRE!


Goodbye – 1969

7-/10

"You better pick yourself up from the ground before they bring the curtain down"

1) I'm So Glad; 2) Politician; 3) Sitting On Top Of The World; 4) Badge; 5) Doing That Scrapyard Thing; 6) What A Bringdown.

mejor canción: Badge

Wow! Esta va a ser una revisión corta! Goodbye no es más que un híbrido publicado como despedida del grupo, con algunos rejuntes y sobras que quedaron tirados por ahí. Vida corta; demasiados egos juntos, los tipos ya no soportaban demasiado trabajar juntos y tenian muchos proyectos esperanzadores por delante como para seguir quitándose el aire entre ellos. Claro que NINGUNO de los tres pudo siquiera igualar lo que habían alcanzado en los breves tiempos de Cream; Clapton siguió siendo súper famoso y grabó álbumes excelentes como Blind Faith (con el supergrupo del mismo nombre) y Layla (una colaboración clásica con el guitarrista Duane Alman bajo el nombre de Derek & Dominos), pero en seguida decidió que no quería ser un ídolo del rock después de todo, y desperdició su talento en una carrera solista de FM-rock que se puede definirse como "ordinaria" y que lo convierte en la más grande decepción de la historia de la música rock. Por otro lado, Jack Bruce y Ginger Baker nunca más volvieron a tener notoriedad. Creo que Bruce creó una banda llamada originalmente The Jack Bruce Band, que fue la razón por la que el brillante Mick Taylor dejó los Stones.

Contiene tres temas ya conocidos grabados en vivo más tres nuevos temas de estudio, con lo cual lo novedoso no es una gran característica del álbum. Las versiones en vivo de I’m So Glad, Sitting On Top Of The World y Politician basan sus atractivos en las largas partes de improvisación rockera, maravillosas o tediosas, según cada uno, pero tan única de Cream. En el caso de I’m So Glad, la versión supera con creces a la original mientras que prefiero las versiones de estudio de Politician y Sitting On Top Of The World. De las canciones nuevas sobresale Badge, una colaboración entre Clapton y George Harrison que marca el último gran clásico del grupo, a través de una melodía muy motivadora y un puente donde Eric ofrece una línea de guitarra espectacular. Por sus parte, Doing That Scrapyard Thing de Bruce no es más que una tonada festiva, bizarra y medio en broma donde sobresale una pegadiza y cómica melodía vocal. Suena realmente estúpida, pero también súper divertida. Siguiendo el orden lógico, Baker aporta el último original; What A Bringdown de Baker, con un tema musical que recuerda un poco al de la serie Misión Imposible, no es ninguna gema, pero tiene sus momentos y por lo menos es mejor que Blue Condition.

En resumen, Goodbye no es un álbum esencial ni nada por el estilo, a pesar de que el nivel de calidad no se aparta mucho de lo que uno esperaría de Cream y por eso en definitiva se gana un siete. Si querés más Cream en vivo, procedé, pero mi recomendación es que si tenés un compilado con Badge, podés esperar para comprar esto; hay muchos otros álbumes más valiosos esperandote por ahí.

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COMPILADOS DE HITS


The Very Best Of Cream - 1995

HHHHH

1) Wrapping Paper; 2) I Feel Free; 3) N.S.U; 4) Sweet Wine; 5) I'm So Glad; 6) Spoonful; 7) Strange Brew; 8) Sunshine Of Your Love; 9) Tales Of Brave Ulysses; 10) Swlabr; 11) We're Going Wrong; 12) White Room; 13) Sitting On Top Of The World; 14) Politician; 15) Those Were The Days; 16) Born Under A Bad Sign; 17) Desserted Cities Of The Heart; 18) Crossroads; 19) Anyone For Tennis; 20) Badge.

mejor canción: Sunshine of your love, White room...

Este mi primer disco de Cream y obviamente no es un álbum sino un compilado con lo mejor del grupo. Creo que es una selección bastante acertada aunque yo hubiera hecho algunas modificaciones: sacaría de la selección a I’m So Glad y Spoonful, temas claramente insuficientes y pondría los magníficos Dance The Night Away y As You Said, de Disraeli Gears y Wheels Of Fire respectivamente. También, aunque quizá no con tanta urgencia, quitaría Born Under A Bad Sign, que me parece un poco sosa, y agregaría World Of Pain, que me parece brillante; no será como Sunshine Of Your Love pero es totalmente equiparable a I Feel Free, Sweet Wine o We’re Going Wrong. Los únicos temas novedosos que aparecen aquí son Wrapping Paper y Anyone For Tennis, que son singles bastante agradables pero superados.

Sección COMENTARIOS DE LECTORES sobre THE VERY BEST OF CREAM!


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